De tu rutina que crea pocas e incontrolables canciones intensas,
rizos, especies que solo guardan un aire fresco dentro de tu respiro eterno,
llenando de profundidad lo que se deberia pensar y matando de celos
el incansable imperio de difuntas horas sin rumbo.
Ven entra en esta casa de preocupaciones y ocupa el espacio que solo
me guarda en tu condena, que solo me invita a imaginar sin proceso,
a mostrar el diminuto encanto que pocamente he mostrado,
a rascarle la cabeza al poco sentido que le queda a lo ficticio.
martes, agosto 11
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